Red velvet
Aquí os presento una de las tartas estrella de mi cocina. Es una de las que más gusta a mis amigas y la verdad es que además de elegante está riquísima.
Aunque el proceso es algo más largo que en otras recetas, el resultado final compensa con creces.
Si vais siguiendo la receta paso por paso, seguro que os saldrá una tarta exquisita que alegrará a los más exigentes paladares.
Ingredientes
Para el pastel
- 2 huevos
- 130 g de azúcar
- 80 ml de aceite de oliva
- 80 ml de leche sin lactosa semidesnatada
- 7 g de levadura royal
- 150 g de harina
- 15 g de cacao puro
- Colorante rojo en gel
Para el almíbar
- 75 g de azúcar
- 25 g de azúcar avainillado
- 80 ml de agua
Para la crema de queso
- 200g de queso para untar sin lactosa
- 200g de nata para montar sin lactosa
- 90 g de azúcar glas
- 10 g de azúcar avainillado
- 100 g de mantequilla
Para la buttercream
- 75 g de claras de huevo pasteurizadas
- 140 g de azúcar glas
- 225 g de mantequilla tradicional sin lactosa
- 10 g azúcar avainillado
Procedimiento
1. Precalentamos el horno a 180º C arriba y abajo.
2. En un bol batimos los huevos hasta espumarlos.
3. Seguidamente, añadimos el azúcar e integramos todo perfectamente.
4. Añadimos el aceite y la leche y volvemos a mezclar homogéneamente
5. En este punto, le añadimos poco a poco los elementos secos, la harina, la levadura y el cacao y batimos hasta que no quede ningún grumo.
6. Para finalizar, añadimos el colorante y mezclamos.
7. Ponemos la mezcla en dos moldes circulares de 12 cm de diámetro aptos para hornos durante 34 minutos o hasta que al clavarle un palillo salga totalmente limpio.
8. Cuando estén cocidos retirarlos del horno y dejarlos toda la noche tapados con un trapo de algodón para que se enfríen.
9. Mientras tanto, en una cacerola añadimos todos los ingredientes del almíbar y lo dejamos hasta que el azúcar se haya disuelto perfectamente, probablemente tarde entre 5 y 10 minutos a fuego medio bajo. Esta preparación también la dejaremos enfriar hasta el día siguiente.
10. A la mañana siguiente, en un bol añadiremos el queso crema y lo mezclaremos con movimientos envolventes junto a la mitad del azúcar.
11. Seguidamente, montamos la nata con la otra mitad del azúcar, y la añadimos poco a poco al queso crema con movimientos envolventes.
12. Por último, añadimos poco a poco la mantequilla en pequeñas porciones y reservamos en la nevera por unos 10 minutos para que coja un poco de textura y mientras tanto, cortamos el bizcocho en tres para obtener de esta manera los distintos pisos.
13. En el mismo molde donde los habíamos horneado, los cubrimos con papel de horno y ponemos el primer trozo de pastel, lo bañamos con el almíbar y le añadimos un tercio de la crema de queso que acabamos de preparar, añadimos otra capa de pastel y repetimos el proceso, almíbar, crema de queso y la última capa de pastel.
14. Ahora es momento de refrigerar unos 30 minutos mientras hacemos la buttercream.
15. Para ello, desharemos el azúcar en las claras de huevo a baño maría.
16. Cuando ya esté perfectamente disuelto, montaremos las claras en una batidora, este proceso nos llevará un buen rato, para que las claras estén perfectamente montadas.
17. Una vez montadas, añadimos poco a poco la mantequilla cortada en cubitos mientras no dejaremos de remover.
18. Aunque en mitad de este proceso parezca que se haya cortado la crema, seguiremos batiendo y acabaremos con una crema densa y perfecta para recubrir el pastel.
19. Ahora sí, con una espátula especial para pasteles, cubrimos el pastel alisándolo por todas partes.
20. Con el bizcocho que nos ha sobrado, lo desmigamos y decoramos como más nos guste, en mi caso puse la buttercream que me sobró en una manga pastelera e hice unas pequeñas decoraciones en la parte superior del pastel, por otra parte, el pastel desmigado previamente, lo puse en la parte inferior y así quedó con un aspecto delicioso perfecto para deleitar a los más golosos.